miércoles, 23 de enero de 2013

Todo/Nada personal


Con estas letras no pretendo sino plasmar mi apreciación personal acerca de determinados aspectos de la historia reflejada en la novela y la trilogía cinematográfica “El Padrino” (“The Godfather”), dejando cristalino que no soy ni pretendo ser crítico en los campos de la Literatura ni del Cine. No se trata de unas líneas dirigidas a resumir el contenido ni las circunstancias que rodeasen la creación del libro o el rodaje de los filmes, pese a que algo al respecto se refiera para acercar al público a la creación, sino sencillamente mi subjetiva perspectiva ante una obra (novela-guiones cinematográficos) que, pese a que puede entenderse de modo independiente, deben ser estudiadas y comprendidas como un conjunto, como un todo, a pesar de que algún aspecto que en su momento se referirá resulte incómodo o, más bien, imposible. El bendito engendro conformado por Mario Puzo y Francis Ford Coppola se presenta como una criatura bicéfala que a partir de una novela que resultó bien vendida, con una trama perfectamente estructurada y magníficamente atractiva, aunque no del todo cuidada desde el prisma literario, parió una obra maestra que se ha convertido en un referente incuestionable e incuestionado, un clásico en el sentido más estricto del término, a años luz de ser simplemente una película más, marcando una tendencia y generando una influencia que han ido mucho más allá de lo que prácticamente la totalidad de los filmes han conseguido, no solamente en el campo de la industria cinematográfica, sino también en la propia sociedad.

Sin más, manifiesto transparentemente mi deseo de que el enfoque personal que vierto en las líneas que siguen sirva para ayudar a comprender esta obra magnífica, haciendo un ejercicio de humildad ante quienes verdaderamente son conocedores de ella y ante quienes puedan entender que cometo un atrevimiento atroz, advirtiendo que, con independencia del prisma subjetivo de los diferentes temas que se traten, el sustrato de lo expuesto se encuentra en páginas web  (fundamentalmente www.loscorleone.com, un foro que actualmente no existe y en el que estuve realizando modestas aportaciones como colaborador de los administradores) que han sido consultadas, así como en el libro de Ángel Comas titulado "Coppola" y, esencialmente, en la maravillosa obra consistente en un estudio crítico elaborado por Carmen Arocena, titulada "Francis Ford Coppola. La trilogía de 'El Padrino'". También, como no puede ser de otro modo, en la lectura incisiva de la obra de Puzo (la cual, en definitiva, ha supuesto un manual de consulta tras la elaboración de un nuevo cuaderno de trabajo) y en el visionado incansable e infinito de la de Coppola, así como en el material adicional extraordinario que acompaña a su trilogía.

No es nada personal; solo son negocios.


ADVERTENCIA: Para la elaboración de esta página se altera la fecha de publicación de las diferentes entradas, habida cuenta que lo que se pretende es una lectura progresiva y el programa empleado no permite la inversión cronológica, de manera que cada entrada nueva aparacería inmediatamente antes de la última. Con esta alteración de la fecha de publicación (aunque es cierto que la primera publicación tuvo lugar con fecha 23 de enero de 2013) se permite al lector que lleve a efecto una comprensión cronológicamente exacta, por lo que las entradas nuevas irán apareciendo al final de la lista.

Brevísimo apunte acerca de la novela. El génesis de "El Padrino".

Mario Puzo
    En 1969, Mario Puzo (Mario Gianluigi Puzo; Nueva York, 15/10/1920- Nueva York, 02/07/1999) publicó su tercera novela, “El Padrino” (“The Godfather”). Un año antes la productora cinematográfica Paramount había comprado los derechos de adaptación al Cine, lo cual supuso un importantísimo acierto, pues tras su publicación se convirtió en un  best-seller (Peter Bart, vicepresidente de asuntos creativos de la Paramount, descubrió a Puzo y lo llevó a los estudios para que acabase allí su novela, la cual, pese a que a aquel le fascinó, no acababa de convencer por aquel entonces al propio autor).
 Antes de estrenarse la película se vendieron en Estados Unidos un millón de ejemplares en la edición de lujo y doce millones en la de bolsillo. Según la revista Life, una vez que se publicó la edición rústica llegó a convertirse en el libro más rápidamente vendido de la Historia. Actualmente sigue obteniendo buena respuesta en cuanto a ventas, habiendo superado los treinta millones de copias.
Mario Puzo y Francis Ford Coppola
    Probablemente, si Puzo hubiese tenido una remota idea del alcance que tendría su novela, habría cuidado más el purismo literario, habría pulido más limpiamente el aspecto estético de la redacción, que es quizá el único punto que presenta alguna carencia en la perfectamente establecida trama de la misma.   

Mario Puzo en las puertas
de la Paramount. 1970




Notas acerca de los orígenes de la trilogía. La siembra.


Peter Bart
Peter Bart colaboró con Puzo en la elaboración del primer guion, y con el proyecto a punto de concluirse se inició la búsqueda del encargado de la dirección de la adaptación. Un grupo de jóvenes directores había aparecido en escena poco tiempo antes, introduciendo un giro en el Cine clásico, y se presentaba como el semillero perfecto para afrontar esta tarea (el propio Coppola, Scorsese, Friedkin, Lucas, Penn, etc.), talentos con formación cinematográfica académica, mejor preparados que los directores de generaciones anteriores, que surgieron como un movimiento homogéneo pese a no existir en principio lazos que los comunicasen entre sí. Eran mucho mejores comunicadores con el joven público(el que verdaderamente acudía a las salas de proyección) que los anteriores directores, más conectados y más familiarizados con la demanda del espectador.



Francis Ford Coppola


"Llueve sobre mi corazón"
"The Rain People"
Francis Ford Coppola
1969
Coppola no fue, ni mucho menos, el nombre elegido por la Paramount como primera opción para dirigir “El Padrino”. Se barajaron otros, como Arthur Penn (estaba ocupado), Peter Yates, Richard Brooks, Costa-Gavras (consideró que la película era demasiado americana para él), Franklin J. Schaffner o Fred Zinneman (estos dos últimos pensaron que era demasiado benevolente con la Mafia). Al final de una gran lista, Coppola se presentaba como un candidato que quizá viniese bien a la productora, tanto por su origen italo-norteamericano (lo que le podría ayudar a exponer mejor las tradiciones de los clanes familiares o su relación con los emigrantes italianos, conocida de primera mano), como por el hecho de que aún no había saboreado las mieles del éxito en taquilla, pues ninguna de sus anteriores películas le había catapultado, lo cual le convertía en perfecto candidato para llevar a cabo el rodaje por un precio bajo, a lo que se sumaba el que su productora, Zoetrope, tras el fracaso de su película “Llueve sobre mi corazón” (“The Rain People”; Francis Ford Coppola; 1969), había contraído una deuda con la Warner Bros. de 600.000 dólares (éste fue el argumento que empleó su amigo George Lucas –vicepresidente de Zoetrope- para convencerle).

 
George Lucas
 A todo ello se sumaba su experiencia en rodajes de corto presupuesto, pues inicialmente Paramount concibió la película como de bajo coste, habida cuenta el fracaso que películas de ese género habían sufrido anteriormente. En su contra jugaba el dato de que no conocía nada acerca del mundo de la Mafia, lo que le obligó a bucear en libros para hacerse con ese conocimiento. Coppola no había sido seducido ni por la novela ni por el guion inicial, además de querer dirigir filmes más personales, no por encargo. Su padre, Carmine Coppola, también le insistió respecto de la aceptación de la dirección, animándole a hacer dinero así para más adelante volcarlo en un cine más personal. Definitivamente, Coppola aceptó, animado también por el ofrecimiento de un porcentaje de los beneficios brutos de la película, en concreto el 6 %, así como unos honorarios de 125.000 dólares. En una nota de prensa, la Paramount declaró que habían elegido a Coppola por sus dotes como escritor.
Carmine Coppola
 



Robert Towne
Tras aceptar comenzó a trabajar sobre el guion con la colaboración de Puzo. El originario adaptaba la novela situando la trama en el momento actual del rodaje, esto es, en los finales de los años 60 o en los inicios de los años 70. Tras el guion definitivo, en el que Puzo y Coppola encajaron a la perfección (escribían por separado y concertaban reuniones en las que iban encajando las diferentes piezas), el director decidió que el título de la película fuese “Mario Puzo’s The Godfather” (“El Padrino, de Mario Puzo”), lo que suponía la primera película en la que el autor de la novela encabezara los títulos de crédito. Dos importantes escenas de la película (el momento en que Michael Corleone se ofrece para llevar a cabo el asesinato de Virgil Sollozzo y el Capitán McCluskey, y la conversación que aquel mantiene con su padre en el jardín de casa) fueron trasladadas al guion por Robert Towne.            

Como ya se ha referido, “El Padrino” se configuró inicialmente como una película de bajo coste, no previendo la Paramount un presupuesto superior a 1.000.000 de dólares. No obstante, la negativa de Coppola de ambientarla en los años 60 ó 70 obligaron a hacer un desembolso económico muy superior, trayendo consigo un coste definitivo de 6.200.000 dólares.

Para llevar a cabo la línea argumental, Coppola creó un manual del apuntador, consistente en crear un hueco en un folio de manera que las hojas del libro de Puzo encajasen de modo que pudieran ser leídas ambas, a la vez que le permitían llevar a cabo las anotaciones oportunas, lo que dio origen, como resultado definitivo, a “El Cuaderno de `El Padrino`”, convirtiéndose en su principal instrumento de trabajo, que le facultaba a prescindir del guion para poder mamar directamente de lo expuesto por Puzo en su novela. Los criterios que empleó Coppola en tal manual fueron: sinopsis (descripción sucinta de lo acaecido hasta entonces), tiempos (relaciones entre el momento en que trascurre la novela y el momento real del rodaje, para de este modo plantear los inconvenientes a la productora de rodar en una ambientación más actual), imagen y tono (lo más destacable al leer un fragmento determinado de la novela), núcleo (motivos esenciales de la trama en cada momento) y escollos (elementos que podrían hacer fracasar la escena).           

Mario Puzo, Francis Ford Coppola, Robert Evans y Albert S. Ruddy
29 de septiembre de 1970
La Paramount anuncia sus planes acerca del rodaje de
"El Padrino"
 

El reparto en "El Padrino" y sus dificultades

 
Marlon Brando
     Desde los inicios, tanto Coppola como Puzo pensaron que el actor ideal para interpretar el personaje de Don Vito Corleone era Marlon Brando.

La Paramount se opuso, siendo frontal la negativa de Robert Evans (jefe de producción) y de Stanley  Jaffe (presidente), como consecuencia de que consideraban que su carrera estaba estancada y por la fama de excéntrico y difícil que había obtenido Brando durante los rodajes de las últimas películas en las que había intervenido, sobre todo de “Rebelión a bordo” (“Mutiny on The Bounty”; Lewis Milestone; 1962).
"Rebelión a bordo"
"Mutiny on The Bounty"
Lewis Milestone
1962
 



Robert Evans
Evans propuso dar el papel a Carlo Ponti, mientras que Coppola, según rumores que corrieron por Hollywood, reconsideraba una oferta que le hizo Frank Sinatra: hacer éste el papel si se asociaban y compraban el proyecto a la Paramount. No obstante, tal rumor, avalado por el propio Coppola, puede no ser cierto, considerando las declaraciones de Puzo referentes a la antipatía que Sinatra sentía hacia él, quien llegó a despreciarle e insultarle en público cuando un amigo intentó presentarle a Puzo en un restaurante. Coppola también tenía en mente como posible sustituto de Brando a Laurence Olivier, pero en aquella época el actor inglés se encontraba enfermo y no podía trabajar. Otro posible candidato era George C. Scott.

Por otra parte, Brando tampoco se sintió muy atraído por el personaje inicialmente, pues no se veía interpretando a un personaje italiano y no se sentía sólido o convincente como para interpretar un papel en el que tuviese que crear una caracterización. 


Stanley Jaffe

Jaffe dimitió, lo que supuso un escollo menos, y gracias al cejudo empeño de Coppola en contra de la productora (que estuvo a punto de costarle por primera vez el despido –aunque no por última-) y del de Puzo, que volvió a insistir a Brando para que aceptase, éste se decidió definitivamente a cambio de que se le pagasen los gastos y de un porcentaje de los ingresos brutos en taquilla (que en definitiva supusieron la suma de 1.500.000 dólares), además de aceptar, y a pesar de su prestigio, la realización de una prueba (pese a que por la productora se habló de cara a la galería como de una prueba de maquillaje), manteniendo una entrevista personal con Evans, que acabó claudicando ante la decisión del controvertido actor veterano. En definitiva, a Brando acabó seduciéndole con creces el personaje de Don Corleone, al que llegó a admirar como hombre de honor y de familia, el cual le brindaba la posibilidad de ejercer una gran interpretación.

Carta remitida por Mario Puzo
a Marlon Brando en 1970,
en la que le indicaba que él era
el único actor que podía interpretar a Don Corleone

 


Phil Rhodes
En contra de lo que todos pensaban, Marlon Brando tuvo un comportamiento ejemplar durante la prueba. Él mismo se oscureció el cabello con betún, se pintó un bigote y se introdujo pañuelos de papel en la boca para aumentar el tamaño de su mandíbula. La prueba satisfizo enormemente a la productora. Esta caracterización fue el sustrato de lo que en definitiva hizo el maquillador Phil Rhodes, ayudado por Dick Smith,creando una prótesis para la mandíbula y una capa de látex que daba un aspecto envejecido a la piel.
Gordon Willis
Le colocaron un cojín en el abdomen para dar la impresión de un mayor volumen corporal y colocaron pesos en los pies para dificultar sus movimientos. La caracterización final no pudo llevarse a efecto sin la participación del director de fotografía, Gordon Willis, gracias al efecto provocado mediante la creación de sombras que apenas permitieran ver los ojos de Brando.

Más adelante se añadieron ciertos detalles tomados de importantes personajes reales del mundo del hampa; así, la característica voz ronca que se ha convertido en un estereotipo a veces grotesco de los jefes de familias e el cine, fue inspirada por Frank Costello, y el resto de las características del personaje se adaptaron de Joseph Profaci y Vito Genovese. Este último prohibió a sus hombres el tráfico de drogas, pero él mismo, a escondidas, lo hizo. Resulta curioso que Louis Pennino, el hermano de Talia Coppola, tío, por tanto, del director, tenía una mandíbula enorme que impresionó a los niños Coppola durante su infancia, y se le tuvo como referente físico. En “El Padrino. Parte II” (“The Godfather. Part II”; Francis Ford Coppola; 1974), Louis Pennino aparece junto a Al Pacino en la escena en la que se celebra el cumpleaños de Hyman Roth.

Brando durante una
sesión de maquillaje
bajo las manos de
Phil Rhodes y Dick Smith



 
La primera escena rodada por Marlon Brando tuvo lugar el día 12 de abril de 1971.
"The gang that couldn't shoot straight"
James Goldstone
1971
    Un problema más la supuso la difícil elección del actor que interpretaría el personaje de Michael Corleone. Robert Redford, Warren Beatty, Ryan O’ Neal, Jack Nicholson, James Caan, Robert de Niro y Al Pacino se presentaron a la prueba. Los dos primeros resultaron elegidos, pero al final rechazaron el papel. Caan al final fue el adjudicatario del papel de Sonny Corleone, y De Niro (que había realizado pruebas para otros papeles, incluido el de Santino Corleone) consiguió el papel de Paulie Gatto, pero tuvo que rechazarlo al surgirle la posibilidad de protagonizar la película “The gang that couldn’t shoot straight” (James Goldstone; 1971).

"Pánico en Needle Park"
"The Panic in Needle Park"
Jerry Schatzberg
1971
La prueba de Pacino tampoco fue bien, ya que olvidó los diálogos. No obstante, a él le dieron la oportunidad de repetirla, impresionando a Coppola, aunque no al resto del equipo de producción. Pacino había despuntado como joven promesa en “Pánico en Needle Park” (“The Panic in Needle Park”; Jerry Schatzberg; 1971).
 La intervención de Brando en el asunto fue decisiva, pues convenció a Evans de que el papel del hijo del Don debía encomendarse a alguien discreto, oscuro, tímido, para así desarrollar al personaje a lo largo del rodaje. Con ciertas reticencias, Evans accedió, pero no terminaron aquí los problemas de Pacino, pues la Metro Goldwyn Mayer le reclamó para interpretar un papel que se había comprometido a realizar en la película “The gang that couldn’t shoot straight” (James Goldstone; 1971), aquella que definitivamente hizo renunciar a De Niro su papel de Paulie Gatto para protagonizarla. El asunto concluyó tras un juicio ganado por la productora, en el que Pacino se comprometió a participar en otra película de la Metro Goldwyn Mayer, además de pagar las costas judiciales.  Los primeros días de rodaje de Pacino resultaron discretos, sosos, a ojos de los ejecutivos de la Paramount, sin llegar a entusiasmarles en absoluto, y sin cumplir sus expectativas en cuanto a imagen compitiendo con otras figuras que se habían presentado al reparto, planteándose seriamente incluso su despido. Sin embargo, fue durante el rodaje de la escena del asesinato de Sollozzo y McCluskey cuando los ejecutivos cambiaron su opinión sobre Pacino.

Otro prestigioso elenco de actores y actrices se interesaron o estuvieron en la mira  de los ejecutivos para algunos papeles. Así, para el de Kay Adams, que al final se concedió a Diane Keaton, se interesaron Ali Mac Graw, Cybill Shepherd, Jennifer O’Neill, Jill Clayburgh, Anne Archer y Genevieve Bujold; para el de Johnny Fontane, Vic Damone y el hijo del propio Frank Sinatra; para el de Tom Hagen, Martin Sheen y Peter Donat; para Sonny Corleone, John Saxon; para el de Carmela Corleone, Alida Valli y Anne Bancroft;  para Connie Corleone, Brenda Vaccaro, Julie Cregg, Penny Marshall, Kathleen Widdoes y Maria Tucci.
En definitiva, Coppola inundó el reparto de actores y actrices que eran amigos y familiares, como su propia hermana, Talia Shire (Connie Corleone), su amigo desde secundaria James Caan (Sonny Corleone), Robert Duvall (Tom Hagen), con quien ya había realizado algunos trabajos anteriores, etc. También incluyó a personas conocidas como figurantes; así, sus padres, Carmine y Talia Coppola interpretan a una pareja que cena en el restaurante en el que Michael Corleone asesina a Sollozo y a McCluskey; Carmine Coppola, músico de profesión, vuelve a aparecer ejecutando una pieza al piano mientras se desarrolla la guerra entre las familias, a la par que se suceden imágenes de prensa; su hija Sophia Coppola es el bebé de Connie y Carlo Rizzi durante la escena del bautizo en el que Michael Corleone actúa como padrino; sus otros dos hijos, Roman y Giancarlo (este último interpretó a Sonny, para lo que hubieron de rizarle el cabello), y su esposa, Eleanor, aparecen como extras en esa misma escena, etc.

Algunas tomas durante las pruebas del reparto y las del rodaje

Martin Sheen realizando la prueba
para el personaje de Tom Hagen
James Caan haciendo la prueba
para el papel de Michael Corleone 


Robert De Niro ejecutando
la prueba para el papel de Sonny Corleone
 



Talia Shire

Diane Keaton



 

Diane Keaton y James Caan
realizando la prueba para los papeles de
Kay Adams y Michael Corleone
Al Pacino desempeñando la prueba
para el personaje de Michael Corleone
Al Pacino y Diane Keaton
haciendo la prueba para los papeles de
Michael Corleone y Kay Adams
Al Pacino



 
Al Pacino
 
Francis Ford Coppola, Al Pacino y Robert Duvall
Robert Duvall, James Caan y Al Pacino
James Caan y Al Pacino

La idea de Coppola, desde el principio, fue que los personajes italianos fuesen interpretados por actores y actrices originarios de aquel país, e incluso para la caracterización del mafioso judío Moe Green eligió al actor Alex Rocco, siendo la excepción el papel de Salvatore Tessio, interpretado por el actor de origen judío Abe Vidoga. Peter Clemenza fue interpretado por Richard S. Castellano, Fredo Corleone por el gran John Cazale, Carlo Rizzi por Carlo Russo, Carmela Corleone por Morgana King, Johnny Fontane por Al Martino, Mccluskey por Sterling Hayden, Virgil Sollozo por Al Lettieri, Luca Brassi por Lenny Montana, Bonasera por Salvatore Corsito, Albert Neri por Richard Bright, Bruno Tattaglia por Tony Giorgio, Victor Stracci por Don Costello, Carmine Cuneo por Rudy Bond, Philip Tattaglia por Victor Rendina, Emilio Barzini por Richard Conte, Paulie Gatto por John Martino, Tomassino por Corrado Gaipa, Jack Woltz por John Marley, Vitelli por Saro Urzi,  Calò por Franco Citty, Fabrizio por Angelo Infanti, Apollonia por Simonetta Stefanelli, Lucy Manzini por Jeannie Linero, Sandra Corleone por Julie Cregg, Theresa Hagen por Tere Livrano, etc.

Gray Frederickson

 
El rodaje fue verdaderamente tenso entre el director y la productora, que, como ya se ha expresado anteriormente, estuvo a punto de costar el despido de Coppola, quien hubo de trabajar sometido a una intensa presión. Fue Gray Frederickson el único miembro de la producción que consideraba que el trabajo del director era bueno. Incluso Brando amenazó a la productora con que si despedían a Coppola, él también se marcharía.




 
Marlon Brando
Don Vito Corleone



Morgana King
Carmela Corleone

 
 
James Caan
Santino "Sonny" Corleone
John Cazale
Frederico "Fredo" "Fred" "Freddie" Corleone
Al Pacino
Michael Corleone
 
 
Talia Shire
Constanzia "Connie" Corleone



Diane Keaton
Kay Adams

 
Robert Duvall
Tom Hagen




Julie Gregg
Sandra Corleone

Simonetta Stefanelli
Apollonia Vitelli

 


Tere Livrano
Theresa Hagen


Gianni Russo
Carlo Rizzi



Jeannie Linero
Lucy Mancini




Richard S. Castellano
Peter Clemenza
Abe Vigoda
Salvatore Tessio
Lenny Montana
Luca Brasi
Richard Bright
Albert Neri

Tom Rosqui
Rocco Lampone


John Martino
Paulie Gatto
Al Martino
Johnny Fontane

Salvatore Corsito
Amerigo Bonasera
Corrado Gaipa
Don Tommasino

Franco Citti
Calò


Angelo Infanti
Fabrizio


Saro Urzi
Vitelli
John Marley
Jack Woltz
Alex Rocco
Moe Greene



Al Lettieri
Virgil Sollozzo
Sterling Hayden
Capitán McCluskey


Richard Conte
Don Emilio Barzini
Rudy Bond
Don Carmine Cuneo





Don Costello
Don Victor Stracci

Victor Rendina
Don Philip Tattaglia
Tony Giorgio
Bruno Tattaglia