La Oferta Irrechazable: El reparto en "El Padrino. Parte II"

Como no podía ser de otro modo, el reparto esencial debía componerse de los mismos actores y actrices, pues era lo que esperaba el público y lo que pretendía el propio Coppola.

Marlon Brando

No obstante, Marlon Brando no apareció porque, según manifestó, quería evitar repetir la desagradable experiencia sufrida durante el rodaje de la primera entrega. En realidad, su intervención no era necesaria. Como consecuencia de su renuncia a recoger el Oscar por su interpretación en la primera parte, Yablans había hecho declaraciones que ofendieron a Brando, el cual se negó a volver a trabajar para la Paramount mientras no cambiase la presidencia. La mano de Brando para no participar en la secuela consistió en pedir una suma desorbitada.

Fred Roos

Para interpretar al joven Vito Corleone, Coppola insistió en Robert De Niro, el cual había obtenido el papel de Paulie Gatto en la primera parte, aunque hubo de renunciar a él por lo que ya se explicó en su momento. La Paramount no quería al joven actor (a excepción de Fred Roos, que apoyaba el criterio de Coppola), pese a que había destacado en “Malas Calles” (“Mean Streets”; Martin Scorsese; 1973), pero Coppola no dio su brazo a torcer. De Niro quiso que le colocasen una prótesis en la mandíbula y no se opuso a aumentar de peso cuando su personaje pasa a una etapa más madura.

"Malas Calles"
"Mean Streets"
Martin Scorsese
1973

Robert De Niro

Lee Strasberg

Tampoco quería la productora que el papel de Hyman Roth fuese interpretado por Lee Strasberg, pues pese a que su genialidad como creador del Actor’s Studio junto con el gran Elia Kazan (a Kazan se le ofreció el papel, pero lo descartó por estar ocupado entonces) era incuestionable, nunca había actuado ante las cámaras. Pese a todo, volvió a ganar la partida Coppola, consiguiendo una genial interpretación del actor, lo cual supuso que éste ganase su apuesta consigo mismo, pues el maestro de actores se jugó su prestigio en un todo o nada. Un grave problema de salud del propio Strasberg durante los rodajes de las secuencias de La Habana obligó a Coppola a reescribir el guion para convertir al personaje de Roth en un verdadero enfermo.

Elia Kazan

Richard S. Castellano no apareció en la segunda parte. En el guion se dispuso la muerte de Peter Clemenza en extrañas circunstancias. No se conoce la causa real por la que Richard S. Castellano no llegó a participar, existiendo dos versiones bien distintas: la primera de ellas apunta a que, sabedor de la importancia de su papel, Castellano pensaba que Coppola no podría prescindir de él en la secuela, por lo que pidió unos honorarios muy elevados; la segunda la facilita el propio Coppola, diciendo que Castellano, en una cláusula de su contrato, incluía que los diálogos de su personaje debían ser escritos por su socio, lo cual resultó inaceptable para el director.

Al desaparecer la figura de Clemenza, su puesto debió ocuparse por otro personaje, creándose a Frankie Pentangeli, interpretado ejemplarmente por Michael V. Gazzo.

Fred Roos había visto durante las pruebas a un escultor cuya presencia le resultó interesante, Amerigo Tot, que interpretó al siniestro y silencioso guardaespaldas de Don Michael Corleone.

También se hubo de buscar un reparto joven para interpretar las etapas retrospectivas de Genco Abbandando (Frank Sivero), Peter Clemenza (Bruno Kearby Jr.), Sal Tessio (John Aprea) y Carmela Corleone (Francesca di Sapio).

Un personaje de vital importancia para comprender el ascenso del joven Vito y de su forma de ganarse el resto de sus compañeros es el de Don Massimo Fanucci, papel que desarrolló magistralmente Gaston Moschin, y lo mismo se puede decir del corto papel desempeñado por Giusseppe Sillato interpretando a Don Ciccio.

James Caan, Gianni Russo y Abe Vigoda aparecen en la penúltima escena en un recuerdo del atormentado y autodestruido Don Michael Corleone.