Tras la gran cantidad de guiones
que se crearon en un principio por parte del personal de la Paramount y por el propio Puzo, con infinitos argumentos, unos más afortunados que otros, el definitivo, como ya se ha
referido, fue el elaborado por éste y Coppola,
eligiendo un trasfondo histórico altamente escalofriante que se había producido
a finales de la década de 1970 y principios de la de 1980, y sacudió los
cimientos del Vaticano, involucrando a la Santa Sede en asuntos de la logia
masónica Propaganda Due (P2).
Michele Sindona (1920-1986) |
El banquero Michele Sindona huyó con 285.000.000 de dólares de la Banca Vaticana. Sindona fue un abogado fiscal brillante que llegó a trabajar para la Società Generale Inmobiliare, pero
comenzó a trabajar en operaciones de contrabando con la Mafia y se asoció con
la Familia Gambino para ayudarle a
lavar el dinero obtenido con la venta ilegal de heroína. En menos de un año, Sindona había adquirido varios bancos
para llevar a cabo su delictivo lavado de dinero, a lo cual le ayudó su
estrecha amistad en el Papa Pablo VI.
Enormes sumas fueron trasladadas a través del Vaticano a la banca suiza, y Sindona llevó a cabo una importante
labor de especulación contra las principales divisas a gran escala, hasta que
una repentina caída del Mercado de Valores trajo consigo lo que se conoció como
Il Crack Sindona, que supuso la
pérdida de 40.000.000 de dólares y la mayor parte de los bancos que había
adquirido. En octubre de 1974 el banco fue declarado en quiebra. Tras ser
apresado se sucedió una gran cadena de asesinatos de personas involucradas en
la trama, y tras resultar condenado en 1980 por 65 cargos (incluyendo
asesinato, estafa, perjurio, falsa declaración de estados bancarios y
apropiación indebida de fondos bancarios), murió envenenado en su celda en
1986, mientras cumplía cadena perpetua.
Roberto Calvi (1920-1982) |
Paul Marcinkus (1922-2006) |
En la trama estaban
implicados el Obispo Paul Marcinkus (uno
de los hombres más poderosos de la Iglesia Católica), quien había confiado la
administración de una parte del Instituto
de Obras de la Religión a Calvi y
al gran maestre de la logia P2, Licio
Gelli, responsable directo de la quiebra. Se rumoreó, sin poderse
acreditar, que el propio Papa Juan Pablo
I fue asesinado, ya que sus ideas reformadoras liberales pretendían, ente
otras cosas, llevar a cabo una reestructura de la Iglesia Católica, acercándola
más al pueblo y pretendiendo una limpieza en la Curia que supusiera la
transparencia de las arcas vaticanas y una mayor proximidad a la pobreza
material, así como también pudieron ser causa de su muerte su apertura de ideas
respecto del control de natalidad, la incorporación de las mujeres al
sacerdocio y la posibilidad de que los sacerdotes contrajeran matrimonio. El
escándalo, en definitiva, se saldó con aproximadamente una treintena de
asesinatos y suicidios.
Licio Gelli |
Juan Pablo I (1912-1978) |
Giulio Andreotti |
No
existe una identificación de cada personaje de la película con uno real, pero sí
una conjunción de personas reales que producen como resultado un ficticio. Así, Sindona y Calvi podrían haber producido al banquero suizo Frederick Keinszig; Marcinkus a Gilday y Gelli y Giulio Andreotti (político italiano acusado de colaboración con la Mafia, aunque fue absuelto por algunos delitos y respecto de otros no pudo ser juzgado al hallarse prescritos) a Lucchesi.
David Yallop |
La película trajo consigo que se formulase una demanda por parte del escritor inglés David Yallop, quien en su libro “In God’s Name” (“En el Nombre de Dios”) relataba la conspiración y muerte del Papa Juan Pablo I, alegando que se habían inspirado en personajes reales respecto de los que el autor había escrito. Es cierto que la inspiración en su obra resulta innegable, incluso en lo referente al número de votos que obtuvo cada cardenal cuando Luciani se alzó con el papado, pasando a denominarse Juan Pablo I. La demanda se dirigió contra la Paramount, Puzo y Coppola, pero fue desestimada, pues los abogados de los demandados alegaron que los hechos en los que se habían basado y que fueron narrados por Yallop en su obra eran del dominio público.
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